El caso de los 112 podencos hacinados en una nave del polígono Mas de Tous insalubre para los animales es un ejemplo palpable de que, como dice el refrán, las cosas de palacio van despacio. Hoy se cumplen diez días desde que el Ayuntamiento de La Pobla de Vallbona, tras la denuncia de una particular, llegase a esta conclusión y ordenase el decomiso cautelar de los animales. Actualmente, los perros siguen en esa misma fábrica y en idéntica situación. Eso sí, el propietario o un operario alimenta a los canes.
Así lo reconoció ayer Sara Montañana, concejala de Medio Ambiente en La Pobla de Vallbona. El problema es el que venía subrayando el Ayuntamiento desde el inicio del proceso: la dificultad de encontrar acomodo para tantos animales. "Nosotros no tenemos un lugar para llevar 112 perros. Estamos buscando soluciones pero es imposible que vayamos más rápido".
Hasta el momento, el Consistorio se ha puesto en contacto con la Federación Valenciana de Protectora de Animales (Fendeva) para buscar una solución. Fuentes de esta agrupación expresaron la complejidad del problema ya que era imposible que todos los podencos fuesen al mismo lugar. Por ello, el planteamiento era repartir los canes por toda la Comunitat, incluso por el resto de España.
Un policía vigila la nave
El Ayuntamiento y Fendeva han fijado una reunión para la próxima semana. Los compromisos laborales de la presidenta de las protectoras y las fiestas falleras han postergado el encuentro. Mientras tanto, un agente de la Policía Local de La Pobla de Vallbona patrulla a diario por el polígono Mas de Tous y vigila que los perros siguen en la nave y que son cuidados por el propietario.
La nave, según denunció una particular y después constató tanto un médico como un veterinario, no guardaba las condiciones mínimas de salubridad para albergar un criadero de perros. Pese a ello, en el inmueble hay 112 canes, la mayoría podencos, aunque también algún labrador y pit-bull.
El recinto está asfaltado, por lo que los excrementos y el orín están plenamente al descubierto. Esto, además del hecho de que los perros convivan con sus deposiciones, genera un olor nauseabundo. Tras abrir un expediente, el Ayuntamiento ordenó el decomiso de los canes. Ahora, el propietario tiene un plazo para presentar alegaciones.
Montañana comentó que lo más probable es que el dueño agote el periodo del que dispone. La concejala señaló que, por el momento, el propietario se ha ofrecido a trasladar los perros a un coto de caza de su propiedad. "Nos ha dicho que allí las condiciones de salubridad son notablemente mejores". La concejala no descarta esta opción, aunque el Ayuntamiento llevaría un control minucioso de los animales.
Así lo reconoció ayer Sara Montañana, concejala de Medio Ambiente en La Pobla de Vallbona. El problema es el que venía subrayando el Ayuntamiento desde el inicio del proceso: la dificultad de encontrar acomodo para tantos animales. "Nosotros no tenemos un lugar para llevar 112 perros. Estamos buscando soluciones pero es imposible que vayamos más rápido".
Hasta el momento, el Consistorio se ha puesto en contacto con la Federación Valenciana de Protectora de Animales (Fendeva) para buscar una solución. Fuentes de esta agrupación expresaron la complejidad del problema ya que era imposible que todos los podencos fuesen al mismo lugar. Por ello, el planteamiento era repartir los canes por toda la Comunitat, incluso por el resto de España.
Un policía vigila la nave
El Ayuntamiento y Fendeva han fijado una reunión para la próxima semana. Los compromisos laborales de la presidenta de las protectoras y las fiestas falleras han postergado el encuentro. Mientras tanto, un agente de la Policía Local de La Pobla de Vallbona patrulla a diario por el polígono Mas de Tous y vigila que los perros siguen en la nave y que son cuidados por el propietario.
La nave, según denunció una particular y después constató tanto un médico como un veterinario, no guardaba las condiciones mínimas de salubridad para albergar un criadero de perros. Pese a ello, en el inmueble hay 112 canes, la mayoría podencos, aunque también algún labrador y pit-bull.
El recinto está asfaltado, por lo que los excrementos y el orín están plenamente al descubierto. Esto, además del hecho de que los perros convivan con sus deposiciones, genera un olor nauseabundo. Tras abrir un expediente, el Ayuntamiento ordenó el decomiso de los canes. Ahora, el propietario tiene un plazo para presentar alegaciones.
Montañana comentó que lo más probable es que el dueño agote el periodo del que dispone. La concejala señaló que, por el momento, el propietario se ha ofrecido a trasladar los perros a un coto de caza de su propiedad. "Nos ha dicho que allí las condiciones de salubridad son notablemente mejores". La concejala no descarta esta opción, aunque el Ayuntamiento llevaría un control minucioso de los animales.
A mi me encantan los perros,muchos perros como el de la imagen que as puesto estan mas que maltratados yo tengo 2 perros y1 gatotenia un gato pero se me murio hace mucho.y siemore que me acuerdo o me acuerdan de el empiezo a llorar
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