martes, 29 de marzo de 2011

LUNA GITANITA Y TRISTÓN, TRES PRECIOSOS CACHORROS DE GALGO QUE BUSCAN URGENTEMENTE ACOGIDA O ADOPCIÓN

 Gitanita
 
 Tristón


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Gitanita, Luna y Tristón son tres hermanitos muy pequeños (nacieron en Febrero de 2011) que afortunadamente no han conocido el maltrato. En cuanto crezcan un poco más serán cachorros juguetones y simpáticos, que necesitarán una familia con la que correr, jugar y hacer las trastadas que hacen todos los cachorros. Urge acogida o adopción.

contacto:

teléfonos: 616.66.23.61696.05.80.03667.23.48.90, 650.45.41.29

info@galgos112.com

lunes, 28 de marzo de 2011

MALTRATOS Y AGRESIONES CONTINUADAS A L@S GAT@S EN LAS ZONAS DE LAS URBANIZACIONES DE MUTXAMEL (ALICANTE)

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R. A. FRAILE Aparentemente tranquilo, gracias a los calmantes a base de morfina que le llevan administrando toda la semana tras la operación de urgencia a la que fue sometido el pasado lunes, Emilio, un gato color miel de dos años, es la última víctima de las brutales agresiones que están sufriendo felinos domésticos que tienen la mala fortuna de escaparse de los chalets donde habitan junto a sus dueños. La agresión se produjo el pasado domingo en la calle Delicias de la urbanización los Altos de la Huerta, muy cerca del instituto Mutxamel.
El dueño de Emilio, Arberto Ortell, se encuentra muy afectado por lo que ha ocurrido, unos hechos que considera de una gran crueldad que ya ha denunciado en el cuartel de la Guardia Civil de Sant Joan y que espera que tengan consecuencias para el agresor o agresores que, por lo que ha podido indagar, serían reincidentes. La denuncia la interpone por "falta de maltrato o abandono de animales domésticos" pero insiste en que los perdigones que impactan en los gatos podrían hacerlo en personas.
El domingo, detectó que su gato presentaba una herida en la cadera, estaba inapetente y con signos de dolor abdominal, lo que le movió a llevarle al veterinario donde le confirmaron, tras realizarle varias radiografías, que tenía alojado un perdigón en el abdomen.
El proyectil (perdigón) que salió del rifle de aire comprimido que disparó el agresor alcanzó a Emilio en la parte trasera (cadera) y se le alojó en el abdomen. En la trayectoria le perforó el intestino delgado por cinco sitios, lo que le provocó una peritonitis severa de la que tuvo que ser intervenido de urgencia durante dos horas para realizarle las suturas intestinales y un lavado peritoneal, según explica a este diario Juan Griñán, responsable de la clínica JG de Mutxamel en la que empiezan a estar acostumbrados a atender animales que han sido agredidos de diversas formas, a cual más cruel.
"Es raro que no haya un caso como este al mes", asegura Griñán quien considera que estos actos podrían ser achacables a gente joven que se divierte haciendo sufrir a los animales.
No opina lo mismo José Antonio Simón, un vecino de la zona que ha interpuesto hasta tres denuncias por palizas y disparos con perdigones a sus gatos. Asegura que quien comete estos hechos es una única persona y que actúa desde hace tiempo, principalmente por su odio hacia estos animales. Incluso se lo comentó a un amigo suyo que es policía quien le aseguró que él tuvo que dar una gata a unos amigos que vivían en una zona de campo después de que la dispararan varias veces.
Además, José Antonio explica que en una ocasión llegó a escuchar el disparo y cómo inmediatamente su gato entró en el chalé dolorido, lo que le movió a increpar a quien considera que, al menos en ese caso, fue el agresor, algo que negó.
"Cuando veo que se han escapado los busco enseguida para evitarles riesgos". Destaca que también le han denunciado a él por poner comida a una gata y sus crías en un solar cercano a su casa. En cualquier caso, insiste en que ni la Guardia Civil ni la Policía Local han hecho nada por investigar estos hechos tras las denuncias que ha interpuesto.
Ángel, otro residente de la misma zona también tiene experiencias traumáticas con sus mascotas. Cuenta que uno de sus gatos llegó un día "doblado" por la paliza que le habían dado, de la que se pudo recuperar. Ocurrió hace dos o tres años y cuenta que el felino recibió un gran golpe en la cabeza, probablemente con una pala. Cree que los agresores no son de la zona sino que se trata de "cosas de chiquillos", eso sí con graves consecuencias. Reconoce, como sus vecinos, que es difícil tener encerrado a un gato pero asegura que no comprende a quienes pueden hacer daño a animales que en la inmensa mayoría de los casos "son buenos, acostumbrados a vivir en casas que no hacen daño a nadie".

Gastos de cientos de euros
Además de los graves daños físicos que se están infringiendo a estos animales, los dueños también sufren las consecuencias de estas agresiones tanto a nivel afectivo como económico.
Alberto Ortell ha tenido que desembolsar alrededor de 600 euros por la intervención y atención veterinaria que ha recibido su gato durante toda la semana. El viernes, finalmente se lo pudo llevar a casa aunque su recuperación no será total hasta pasado un tiempo.
Por su parte, José Antonio Simón acumula hasta cuatro facturas veterinarias que oscilan entre los 200 y los 400 euros por la asistencia a sus mascotas.

Anzuelos en la comida, raticidas y palizas
El dueño de la clínica veterinaria JG de Mutxamel, Juan Griñán, asegura que la capacidad humana para maltratar a animales es infinita, algo que desgraciadamente él puede constatar a diario y también las daños irreparables que sufren los animales que son víctimas de estos actos delictivos.
Anzuelos escondidos entre comida para que se los traguen gatos que posteriormente tienen que se extraídos, no sin cirugía, intoxicaciones por raticidas o graves heridas provocadas por brutales palizas son algunas de los daños que sufren mascotas en general, aunque son los gatos los que se llevan la peor parte.


Fuente: //www.diarioinformacion.com/alicanti/2011/03/28/maltrato-bocajarro/1109576.html

MANIFIESTO DE RUTH TOLEDANO CONTRA EL MALTRATO ANIMAL.

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Hace unas semanas, nos sobrecogió un nuevo caso de maltrato a los animales. Pero incluso a quienes estamos resignados a convivir con esa clase de desgracia, por nuestra implicación en la defensa de los derechos de los animales, nos sobrecogió especialmente: porque el torturador de dos pequeños cachorros colgó en Internet un vídeo del martirio al que sometió durante horas a los perritos y porque lo acompañó de un texto en el que explicaba, con escalofriantes detalles, el dolor, el terror y la muerte que les había causado, amenazando además con repetir su nauseabunda hazaña en muchos cachorros más. En el vídeo se veía que uno de los cachorros ya estaba muerto. El otro, a quien el maltratador llamaba Schnauzi, nos miraba desde la pantalla con tal pánico en sus ojos, con tan desesperada inocencia, con una soledad tan injusta que indignó, avergonzó y conmovió miles de corazones, originando una movilización en la Red a la que se han unido personas y organizaciones de todo el mundo para decir NO al maltrato a los animales. El pequeño Schnauzi, que sólo conoció en su corta vida el sadismo de su maltratador y cuya mirada suplicante nos acompañará siempre, se convertía así en indeseado símbolo de la  repulsa cada vez mayor de nuestra sociedad contra la crueldad hacia los animales.
Porque, por su horrible crudeza, el caso de Schanuzi ha sido la gota que ha colmado un vaso que ya estaba lleno, demasiado lleno. Pues Schnauzi también es un galgo ahorcado o abandonado a su suerte, y Schnauzi también es el perro que su familia deja tirado en una carretera, y Schanuzi también es un perro que vive permanentemente atado a una cadena, y Schnauzi también es un perro que sufre la violencia doméstica, y Schnauzi también es el perro condenado a vivir en la soledad de un sótano o de una nave industrial, y Schnauzi también es la perra explotada como una máquina de parir cachorros de raza para su venta. Y también es gato, Schnauzi.  Schanzuzi es el gato doméstico al que abandonan en un descampado, y Schnauzi es el gato callejero al que envenenan, el gato al que persiguen, el gato al que despellejan, el gato al que queman, el gato al que mutilan, el gatito al que tiran en una bolsa a un contenedor.
Gran parte de estos casos de maltrato se producen porque los maltratadores se amparan en la impunidad, se sienten seguros en la indiferencia que provocan sus actos entre políticos y legisladores, ya que el maltrato y el asesinato de un animal tan sólo tiene una pena de 3 meses a 1 año de cárcel, pena que si el maltratador no tiene antecedentes no cumplirá y se quedará en una simple multa. Pero la sociedad ya no es indiferente. Por eso estamos hoy aquí . Por eso se ha impulsado una recogida de firmas para pedir el endurecimiento de las penas contenidas en el Código Penal. Ya en 2009 se presentaron en el Congreso de los Diputados 1.300.000 firmas solicitando una ley de protección animal, pero los políticos ignoraron el clamor popular aduciendo que esas competencias son autonómicas y no nacionales. Las leyes son distintas en cada Autonomía pero, eso sí, todas coinciden en ser insuficientes, laxas, incompletas. Leyes culpables. Estamos aquí porque solicitamos además la adhesión al Convenio Europeo de Protección de Animales Domésticos, para que nuestros animales gocen de la misma protección que los de el resto de Europa y no seguir siendo una vergüenza. Estamos aquí porque somos la voz de los animales y nos preguntamos por qué este desinterés, por qué esta desidia de la administración: sencillamente, porque las víctimas son animales no humanos. El torturador y asesino de Schnauzi sigue libre, quizás planeando otra atrocidad, quizás ya cometiéndola, quien sabe si en un indefenso perrito, en otro animal o en alguien de nuestra especie.
Por eso somos la voz de Schnauzi y pedimos más contundencia a las fuerzas de seguridad, más sensibilidad a jueces y fiscales, más implicación de las instituciones en la formación de los niños y en la concienciación de los adultos. La ciudadanía lo reclama porque sabe que no seremos una sociedad verdaderamente evolucionada hasta que no entendamos lo que dijo George T. Angell: "A veces me preguntan: ¿Por qué inviertes todo ese tiempo y dinero hablando de la amabilidad para con los animales cuando existe tanta crueldad hacia el hombre?. A lo que yo respondo: Estoy trabajando en las raíces”.
Porque el maltrato a los animales tiene su origen en la cosificación de los individuos de otras especies y también en una falta de empatía, en una falta de respeto a lo diferente, en no tener compasión. Y esa clase de violencia conduce a otra violencia, a la violencia doméstica, a la xenofobia, a la psicopatía. Múltiples informes especializados demuestran que es así. La doctora Núria Querol, médica, bióloga y experta en crueldad hacia los animales, miembro de la Asociación Americana de Criminología, realizó un estudio sobre 50 presos por homicidio, asesinato y violación, y casi un 42% había mostrado crueldad hacia los animales. Por su parte, Robert K. Ressler, ex agente del FBI, afirma que “Los asesinos… muy a menudo, son niños que nunca aprendieron que está mal sacarle los ojos a un cachorro”. Los asesinos del instituto Columbine, Charles Mason, el carnicero de Milwakee, el estrangulador de Boston: todos empezaron agrediendo animales. Henry Lee Lucas, considerado uno de los asesinos en serie más notorios de la criminología, que durante 30 años apuñaló, mutiló y asesinó a mujeres, comenzó  su expresión criminal con 13 años capturando pequeños animales y desollándolos vivos por diversión. La familia y los vecinos lo sabían. Pero nadie hizo nada. ¿Por qué? Porque sólo eran animales.  El pasado enero tres menores de Tenerife de entre 15 y 17 años crucificaron un conejo, extrajeron los dientes y quemaron a un cerdo vietnamita y amputaron las alas de una veintena de gallinas, entre otras torturas. Pero están tranquilamente en su casa con un simple atestado por robo, maltrato y daños. ¿Por qué? Porque sólo eran animales.  En Madrid cuatro adolescentes entraron en una protectora y torturaron, quemaron, mutilaron a cuatro cachorros de gato. Se les ha impuesto como castigo sólo 6 meses de libertad vigilada. ¿Por qué? Porque sus víctimas sólo eran animales.
Pero esos animales tienen capacidad de sentir y de sufrir, y nuestra sociedad no estará suficientemente evolucionada, no será ética hasta que no entienda que merecen compasión, hasta que se reformen unas leyes que son las más atrasadas de Europa en materia de protección animal, hasta que entendamos que lo primero que deberíamos enseñar a nuestros hijos es la empatía, el ponernos en el lugar del otro, por diferente que sea. Exigimos que la crueldad con los animales se considere inadmisible. Exigimos ser escuchados, porque somos la voz de quienes no la tienen.
Pequeño Schnauzi, estamos aquí porque nos has dejado el corazón desgarrado. Habríamos querido para ti una vida de mimos y de carreras al sol, una vida jugando a la pelota, dormitando en un regazo, saboreando alguna golosina, dando infinito amor, que es lo que mejor sabéis hacer los perros, la gran lección que dais a los humanos. Y sólo has conocido un infierno de pánico y dolor. Pero somos tu voz, pequeño Schnauzi. No te olvidaremos, créeme. Y tu inmensa fragilidad se transformará en la enorme fuerza con la que lucharemos para que tu martirio no quede impune, para que tu martirio llegue a tener el único sentido posible: evitar el de otros. Para que el mundo vuelva a ser un lugar que merezca la pena. La pena tan honda que nos has dejado, Schnauzi. “

Fuente:  http://www.estrelladigital.es/espana/Manifiesto-Ruth-Toeldano-asesino-knino_0_926907351.html