Los furiosos manifestantes declararon que se consumen diariamente 10.000 felinos en una sola provincia.
Pekín fue escenario de la protesta de unos 50 defensores de los animales, ante la "vergonzosa" y "cruel matanza" de gatos para ser convertidos en comida. Las personas denunciaban el hecho con pancartas y entre llantos de impotencia.
Miles de gatos en todo el país, fueron atrapados en las pasadas semanas por traficantes, para ser transportados a la provincia de Guandong, matados y convertidos en comida, declararon los manifestantes, aglomerados en el exterior de la oficina de gobierno de Guandong.
"Estamos muy afectados, porque estos gatos han sido despellejados y cocinados vivos. Tenemos que prohibir este comportamiento incivilizado", declaró Wang Hongyao, que representó al grupo en la entrega de una carta firmada a la oficina de gobierno.
Los manifestantes urgieron a los gobernantes a prohibir el comercio de gatos y su consumo como platillo en restaurantes, a pesar de que ninguna ley cataloga como ilegal el consumo de gatos. Es muy común que gatos y perros sean comidos en China y otros países asiáticos.
Los manifestantes sostenían pancartas con las frases "Cocinando gatos vivos! Verguenza en Guandong!" y "Nos oponemos a esta cruel masacre", mientras su representante se reunía con las autoridades en la oficina de gobierno.
Las autoridades eludieron hacer comentarios al respecto.
Jaulas de bambú y de metal
La protesta se hizo en respuesta a recientes publicaciones de la prensa china, que hicieron públicas las fotos de felinos siendo sacados de jaulas de bambú y de metal, de camino de Guangzhou, la capital de Guandong. Otras fotos mostraban a gatos siendo despellejados en las cocinas de restaurantes.
Cerca de 5,000 gatos fueron enviados de Nanjing a Guangzhou, mientras otros miles eran trasladados desde Shangai, Hangzhou y otras ciudades, según reportó el Chengdu Business Daily. El periódico afirma que sólo en Guandong se comen 10.000 gatos al día.
Los "más gordos" desaparecidos
Muchos de los protestantes de Pekín declararon ser cuidadores de gatos abandonados de la ciudad. Ellos aseguran que muchos gatos desaparecieron, "especialmente los más gordos", robados por los traficantes de gatos.
"Estos gatos son como nuestros niños", declaró Cui Qingzhen, una mujer de 56 años que ha alimentado gatos callejeros desde hace 6 años. "No podemos dejar que esta gente haga esto tan cruel".
Los activistas también afirmaron que el virus SARS, que causa severos daños respiratorios, puede haber pasado a los humanos transmitido por la civeta (gato salvaje), que es considerada un manjar en el sur de China. Los primeros reportes de SARS en Guandong se dieron en noviembre del 2002, que entonces mató a 774 personas antes de aplacarse en julio del 2003. En 2004, Guandong prohibió la crianza, venta, matanza y consumo de civetas.
"¿Acaso no han aprendido con el SARS que algunos animales no deben ser comidos por los humanos?", reflexiona Cui. "Pregunten a la gente de Guandong, ¿qué más pueden comer?".
¿Qué puedes hacer?
Existe hermetismo frente al caso, pero aún así se ha filtrado información hacia fuentes internacionales. Los animalistas han creado una petición pública para pedir al gobierno el fin de estas crueles prácticas. Puedes firmar la petición en este enlace.
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