es un caso especial, pues Mel esta con Emi, colaboradora de SOS Galgos... y ella tambien es especial. Mel fué traida de Sevilla por Esther (ahora Presidenta de Galgos112) y llevada a su casa en acogida. Al ver que Mel necesitaba cuidados especiales pues tenia la patita muy mal, la llevó a Barcelona a casa de Emi, veterinaria y amante de l@s animales. Despues de año y medio de tenerla acogida sin encontrarle la familia adecuada, se va adoptada .Un abrazo, y animos para Emi Jordi y Nebula, seguro que vais a echar de menos a Mel. Es lo que tiene ser casa de acogida, el momento de la despedida...
(disculpad, no consigo cambiar el color)
Hace tiempo que no damos noticias sobre Mel, pero ha sido por falta de tiempo ya que desde octubre hemos estado liados con ella.
Después del descanso del verano y cuando hubo cicatrizado bien toda la piel, la volvimos a operar uniendo una vez más el fragmento fracturado del olécranon y el tríceps junto al cubito. Se le añadieron, además, unos fijadores externos para dar estabilidad a la articulación permitiendo la osificación necesaria y evitar que no volviera a saltar el cerclaje interno como ha pasado en las anteriores ocasiones.
A los pocos días de operarla, la herida se abrió. Siempre se abre porque tiene muy poca piel que la proteja, pero esta vez tenía tan mal aspecto que nos temimos lo peor…urgentemente el traumatólogo le hizo unas radiografías que confirmaron que todo estaba correctamente….había sido una falsa alarma. Así que desde entonces hemos estado así: haciendo curas y curas de la herida, intentado hacerle apoyar la pata, dando medicaciones, llevándola a revisiones, despertándonos muchas noches porque se quejaba… y viendo cómo las posibilidades de su adopción iban desapareciendo.
Hace una semana que le han quitado los fijadores externos, pero sigue sin apoyar
para nada esa pata que tantos dolores de cabeza nos está dando. Tenemos que esperar una vez más a la nueva revisión para ver qué pronóstico le espera pero todo parece indicar que le quedará inutilizada para siempre aunque esto no le impide llevar una vida normal de galgo de sofá.
A pesar de que no es una galga perfecta, se merece una familia que la quiera por lo que es ahora y no por lo que podría llegar a ser, ya que no es suficiente querer adoptar un galgo para poder adoptar a Mel. Se necesita ver más allá de su pasado, se necesita mirarla a los ojos sin darse cuenta de que va coja de una pata y más paciencia que un santo para ganarse su confianza. Por eso no todo el mundo está dispuesto a complicarse tanto la vida.
Mel es especial para nosotros, es extremadamente asustadiza teniendo ataques de pánico en plena calle, es poco expresiva, pudiendo tardar más de un mes en moverle la cola a sus nuevos adoptantes y cuando lo haga serán pocas las veces que se la moverá…pero es nuestra otra niña, la más delgaducha y poca cosa, la que ha tenido mala suerte, la que nadie quiere…hemos dudado muchas veces en adoptarla nosotros pero en cada paseo por las calles de la ciudad, en un barrio sin zonas verdes, nos damos cuenta de lo mal que lo pasa y es imposible coger cada día el coche para llevarla al bosque, que es lo que más le gusta….por esas razones y por lo mucho que la queremos hemos esperado pacientemente hasta encontrar la mejor casa para Mel.
La espera ha sido larga pero al cabo de un año y medio de su rescate se va a ir a vivir al corazón del Montseny, en plena naturaleza, junto a otro perro, dos gatos y unos adoptantes maravillosos (ella veterinaria también) que van a continuar cuidándola tanto o mejor que nosotros.
Aunque la vamos a seguir visitando, la echaremos muchísimo de menos, pero en el fondo estamos felices porque sabemos que eso es lo mejor para ella y por fin será una galga feliz.
Os damos las gracias a todos los que os habéis interesado por Mel durante todo este tiempo, en especial a Isabel Vilaburgés, que nos ha ayudado con su socialización, a Vicente Zúmel por sus consejos en homeopatía y al Dr. Closa y su equipo de Ars Veterinària.
Fuente:
http://www.sosgalgos.com/
Me llamo Yadira Spencer y soy de Panamá, y me conmovió mucho ver la situación en que se encontraba Mel. Pero, me siento muy reconfortada al ver que existen personas enel mundo con un altísimo sentimiento de compasión y de responsabilidad con los animales maltratados. Que Dios bensiga a las personas que ayudaron a Mel. Estoy segura de que tendrán un sitio muy especial en el reino de Dios. Mil bendiciones y continúen ayudando a los animales maltratados.
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