Por tu Salud
"Una dieta ausente de productos de origen animal ha probado ser un arma extraordinaria contra enfermedades como el cáncer, diabetes, Alzheimer, la obesidad, los problemas cardíacos y una larga lista de dolencias. La gente come carne por gusto, al igual que bebe alcohol o fuma tabaco, pero ningún médico responsable recomendaría el consumo de ninguno de esos tres productos para conservar una salud óptima", explica el presidente Physicians Committee for Responsible Medicine, Dr. Neal Barnard. La grasa de origen animal aumenta en un 40% más de posibilidades de sufrir cáncer y de padecer enfermedades cardíacas, además de aumentar el riesgo a infarto, obesidad, apendicitis, osteoporosis, artritis, diabetes, y el consumo general de carnes se asocia no sólo a estas enfermedades sino también a intoxicaciones alimentarias.
Por el Planeta
Mantener una alimentación sin carne es una buena forma de cuidar el agua potable del planeta. Producir 1 k de carne de vaca usa tanta agua como 40 lavabos, 300 descargas del WC, mientras que producir 1 kg de trigo consume 30 veces menos agua que producir 1 kg de carne (según datos de Beckett y Oltjen).
Siguiendo una dieta sin carne también puedes hacer tu parte para detener el calentamiento global: la industria ganadera es responsable de grandes emisiones de metano, uno de los tres gases que se consideran responsables del calentamiento global. Además la cría intensiva de animales contribuye indirectamente al calentamiento global, con la deforestación para despejar tierras y cultivar forraje para los animales. Esto disminuye la masa global “verde”: árboles que sintetizen el dióxido de carbono presente en la atmósfera.
Por Solidaridad
La dieta occidental basada en la carne está devastando las tierras, deforestándolas para criar ganado, en vez de alimentar directamente a las personas con los cereales y legumbres destinados a los animales. Según la FAO, se necesitan al menos 7 u 8 kilos de cereal para producir sólo un kilo de carne de vaca. Si seguimos por esta vía, el alimento seguirá siendo insuficiente para nutrir a toda la población mundial, y las hambrunas locales podrían generalizarse, agravadas por efecto del calentamiento global. "Soy vegetariano por una razón de justicia. La producción y consumo de carne desperdicia ingente cantidad de alimentos que podrían solucionar el hambre en el mundo. Los países industrializados prefieren no negarse el placer de comer carne en lugar de hacer un bien a la humanidad. Tanto hombres como animales necesitan un trato justo, y yo no voy a eludir la responsabilidad que tengo hacia ellos", explica el filósofo Peter Singer, profesor de Ética Práctica de la Universidad de Princeton.
Por los Animales
Todos los animales, incluyendo los humanos, somos seres sintientes. Eso nos hace idénticos en nuestra forma de sentir dolor y placer. Cuando decidimos evitar la carne estamos promoviendo una vida menos violenta para todos los seres que habitan en éste planeta.
Sólo en España se sacrifican más de 750 millones de animales al año para el consumo humano, y en Estados Unidos, unos 25 mil millones.
Los animales de las granjas industriales pasan sus cortas vidas en lugares abarrotados y pestilentes, y en algunos casos están tan hacinados que ni siquiera pueden girarse ni extender sus extremidades.
Recetas
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