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Una investigación de  18 meses ha sacado a la luz uno de los más  sucios secretos de la  industria peletera: la cruel y brutal matanza de  gatos y perros para el  mercado de la piel. La investigación, fruto del  esfuerzo  conjunto de la "Humane Society" de E.E.U.U. y Manfred  Karreman,  un periodista alemán.
La investigación se ha centrado en China,  país que se cree que es la mayor fuente de pieles de perro y gato.
Los investigadores hicieron el seguimiento  del sangriento rastro  desde su origen. Presenciaron,  de primera mano, la matanza de perros y  gatos traídos de criaderos,  perros extraviados y otros obviamente eran   perros robados. Asistieron a salas de subasta europeas de pieles  donde  había compradores de muchas ciudades, incluyendo los E.E.U.U.  En el  camino se toparon con asesinos, vendedores, agentes de negocios  y  compradores de 13 países. Y ¿dónde acaba el rastro  de muerte? En la  venta de pieles a lo largo y ancho del mundo.
Los perros en China sufren un terror y un dolor  indecibles antes de  ser asesinados. Tras haber sido embutidos en  sacos para transportarlos,  dejados a la fría intemperie sin comida  o bebida, son cruelmente  asesinados. Ni los más jóvenes  cachorros se libran. Al desollarlos, sus  pieles suelen ser arrancadas  en vivo; si esto sucede, son conscientes  del dolor hasta el momento antes  de morir. Después su carne es servida  en  restaurantes y sus pieles vendidas por todo el mundo.
Comercio de cuero y pieles
Los investigadores fueron de incógnito en busca de un reportaje   sobre las horribles condiciones en los mataderos de gatos y perros.  Descubrieron  que este tipo de actividades no son parte específica del  negocio  de las pieles, ya que en primer lugar los animales  son  asesinados para obtener cuero (aunque los cuerpos de los perros   asesinados en Tailandia también se usan para convertirlos en carne,   comida para animales, afrodisíacos y manteca)
Los investigadores visitaron las compañías estatales de  subproductos  animales en Beijing y las provincias de Hebei, Heilongjiang  y Henan  para descubrir información detallada sobre la manufactura  y comercio de  las pieles de perro y gato. China,  además, tiene un próspero negocio  en torno a la carne de  perro; la de gato parece ser que solo se come en  Cantón.
Descubrieron que perros y gatos eran criados en  granjas (la mayoría  al norte de China), donde el clima es  más frío, lo que favorece la  fineza y calidad de los abrigos  de piel o pelo. Las granjas de perros  suelen tener unos 300 animales,  y unos 70 las de gatos. Aun así, en la   mayoría de las ocasiones, los perros y gatos asesinados no provienen   de criadero y bien pueden ser animales robados o perdidos; por  otro  lado, algunas familias chinas pueden tener unos cuantos gatos, un  perro  o dos, y durante el invierno, cuando empieza la época de  la matanza,  esa familia también matara a los animales para llevar  sus pellejos al  mercado. Muchos pueblos tienen  mercados al aire libre que sirven de  puntos de encuentro donde se venden  los pellejos de perros y gatos que  son asesinados en la localidad correspondiente.
Perros
Los investigadores visitaron una granja, y allí encontraron perros  vivos en una habitación, que no  tenía sistema de calefacción, y donde  los perros se veían  sometidos al más severo frío. Los  perros estaban  rodeados de los cuerpos sin vida de otros perros que colgaban  de  ganchos. Algunos perros estaban destinados a ser vendidos y comidos  en  Harbin, y su piel a ser vendida en el comercio de las pieles. Los perros  eran "empaquetados" en sacos y transportados en un  vehículo hasta el  matadero durante varias horas de trayecto.
En Harbin, lo investigadores pudieron ver perros mantenidos en la más   absoluta oscuridad y expuestos al intenso frío de Febrero y sin  agua o  comida. Los perros estaban sujetos por finos alambres. A los  investigadores  les fue dicho que el carnicero mata de 10 a 12 perros al  día y  que su mujer a menudo transporta a los perros desde los  criaderos del  Norte. Un gran número de perros no acaba  su trayecto en  China, ya que algunos restaurantes (la mayoría coreanos)  quieren "carne  fresca" y muchos de los perros son llevados a  estos otros destinos.
Los investigadores fueron a un restaurante para  comprobarlo y allí  pudieron ver como, un perro era sacado  de un saco; al salir del saco,  el perro meneaba su rabo, como muestra  de su confianza. El menear  terminó cuando el  carnicero ató al perro un alambre de metal, con lo  que el animal  apenas podía moverse. El perro, presa del pánico   intentaba zafarse, pero el carnicero levantó su pata trasera izquierda  y  le apuñaló en la ingle. La sangre comenzó a derramarse  mientras el  perro gemía de dolor e intentó forcejear algo  más. Con cada movimiento  el alambre iba cortando el cuello del  perro. Tras unos instantes y  estando el perro  todavía vivo, el carnicero comenzó a quitarle la piel  al  perro. Según uno de los reporteros, pudo ver como el perro,  ya sin  piel todavía pestañeaba.
Gatos
En un próspero mercado de pieles, a 300  millas del norte de Jinan, en la provincia de Jibei, están las  granjas de gatos.
Los gatos pueden ser asesinados por ahorcamiento o bien son colgados  de  un cable mientras se vierte agua por sus gargantas mediante una  manguera,  hasta que se ahogan. Entonces se raja el estómago del gato,   la piel se abre y se estira sobre la cabeza del gato. Los  que se  encargan de llevar a cabo este procedimiento dicen que los gatos  suelen  estar todavía vivos mientras la piel les es arrancada. Lo único que  importa a estas personas es que la piel del gato salga,  en lo posible,  de una sola pieza.
Con las pieles de perro y de gato se confeccionan  "figuritas que se venden en las tiendas a 100" de TODO EL MUNDO