Este escrito a lo mejor ya lo habéis leído, pero es muy hermoso y en este día lo ponemos aquí en homenaje a todos los animales maltratados y abandonados. No se nombran, pero hacemos extensivo el homenaje a los animales que son victimas de experimentos en laboratorios y de malos tratos en granjas y zoologicos...etc.
copio:
Hoy he robado a tu perra. No, ni siquiera he pisado            tu propiedad, pero a juzgar por el estado de la perra, me imagino qué            aspecto tiene... la palabra que me viene a la cabeza es vertedero.
         
La            encontré junto a una carretera, con una pesada cadena alrededor            del cuello, todavía unida a un par de tablones podridos de su            caseta, de los cuales salen unos enormes clavos oxidados.
         No sólo supe que media ciudad la había            ignorado, a juzgar por donde la encontré, sino que entendí            que si hubiera entrado en el bosque, la "cruz" que arrastraba            tras de si, se hubiera enredado en la vegetación hasta que el            hambre o la sed la hubieran matado. La población local suele            volverse sorda y ciega ante un animal necesitado, a menos que decidan            pegarle un tiro por invadir su propiedad.
         Que sus costillas se marcaran claramente, que sus orejas            estuvieran asquerosamente sucias, que su estado general fuera más            bien lamentable, y que su pelo y sus ojos estuvieran apagados, eran            prueba clara de que no te la merecías. Pero por si acaso, pregunté            a las autoridades locales si se había denunciado la desaparición            de una perra (sin identificar) de sus características, o si habías            puesto algún anuncio por su perdida en el periódico local.
         No lo hiciste, de lo que sólo puedo deducir            que no la echas de menos. Eso no es muy conveniente, ya que el hecho            de que no esté castrada, ni vacunada supongo, y de que probablemente            esté infestada de parásitos, significa que devolverle            la salud puede costarme un buen dinero.
         Quizá sea un pequeño consuelo saber que            ella no te echa de menos. De hecho, su propia fuga dejó claro            que ya estaba harta de tus "cuidados". Le costó alrededor            de un día darse cuenta de que yo no soy tú, de que no            le haré daño... Le llevó dos días darse            cuenta de que los otros animales que viven aquí la aceptan, y            de que uno de los placeres que hasta ahora se había perdido es            la compañía de otros perros. Tardó tres días            en apreciar el éxtasis de una buena comida casera y aprender            que los sofás son para echarse encima, y que ya no tiene que            dormir a la intemperie...
         Ahora tiene un nombre bonito. Ya después de            una semana empezó a tener el aspecto que debería. Le brillan            los ojos, y ha aprendido a mover la cola en señal de saludo.            Ha dejado de encogerse cuando hago algún movimiento brusco, porque            sabe que no le voy a pegar, de hecho, casi nunca se aparta de mi lado.            Incluso se ha vuelto tan valiente que se ha atrevido a ladrarle a uno            de los gatos, y hoy la vi por la ventana animando a los otros perros            a jugar. No, está claro que no te echa de menos, ni a tí,            ni a su vida de abandono atada a una cadena.
         De todas las cosas que he aprendido de mi breve relación            con ella -como su naturaleza benévola, su increíble 
capacidad            para curar viejas heridas y aprender a confiar, y el hecho de que el            amor puede hacer milagros- una de las más evidentes es lo estúpido            que eres. Es posible que ella fuera el ser más cariñoso,            leal y fiel de tu vida, y tú la condenaste a una existencia de            miseria y soledad, hasta que tomó la mejor decisión que            se le podía ocurrir, y se escapó. Quizá su ángel            de la guarda la ayudó. Y para que nadie me tome a mí por            un ángel, confesaré que aspiro a poder ser tan bueno como            ella algún día. Creo que te perdonó en menos de            veinticuatro horas de su nueva vida, por los cerca de cuatro años            de su "vida" anterior, mientras yo aún me debato en            un tira y afloja con esa parte de mí que espera que un día            te pudras en el infierno.
         Aún no está claro si se va a quedar aquí,            o si le buscaré un buen hogar donde reciba una atención            más "individualizada" de la que yo puedo darle, pero            una cosa es segura, esta "propiedad" robada nunca va a volver            a tus manos. Así que ya puedes demandarme, perseguirme o repetir            ante un tribunal que te pertenece legalmente... Estoy convencido que            este es el mejor delito que he cometido nunca.
         Pocas cosas me han hecho más feliz que robarte            a tu perra. Sólo tengo que ver sus preciosos ojos marrones, para            saber que ella defendería mi decisión con su vida. Sólo            rezo para que no se te ocurra sustituirla, y si hay un día especial            que podemos celebrar juntos, es el día en que te robé            la perra, que es el día en que ella me robó el corazón.