copio:09/04/2010 SANTIAGO  Navajas
Estamos empatados. Los animalistas creen que los taurófilos somos  unos salvajes. Por mi parte, opino que los animalistas son unos  bárbaros. Les sobran sentimientos y les falta sensibilidad. Es tan  inútil explicarles el arte de las corridas como el arte abstracto a los  que comentan ufanos que una pintura de Pollock la haría su niña de  cuatro años o a los que se tapan escandalizados los oídos ante un  cuarteto de cuerda de Schönberg. Una animalista se congratulaba hace  poco de que cada vez hay menos asistentes a las corridas. Ya, ¿y qué?   Hace poco asistí a un concierto del Cuarteto Pacífica, con un par de  Grammys a sus espaldas, interpretando un par de cuartetos de Elliott  Carter y éramos exactamente veinticinco personas los asistentes, varios  de ellos invitados por su profesor del Conservatorio. 
 Sin embargo, David Bisbal o Joaquín Sabina, ídolos populares,  llenan plazas de toros. Para algo tenían que servir los cosos en esta  época en la que la ignorancia y el mal gusto, la sensiblería y el  totalitarismo pop son las armas de destrucción masiva que nos asolan. 
 Sí, totalitarismo pop es el que esgrimen los animalistas con su  pretensión política de prohibir las corridas de toros. Nadie les obliga,  por supuesto, a presenciar la fiesta nacional pero ellos pretenden,  antes Canarias, ahora quizás Cataluña, próximamente el resto de España,  pero ellos pretenden cubrir el mundo de la tauromaquia con el estigma  calumnioso de "arte degenerado".  ¿Conocen la expresión? Efectivamente,  es la que aplicaron los nazis al arte de vanguardia, al que odiaban  porque no entendían.   
 Del mismo modo que en el sistema represor franquista ahora  también el mundo cultural sufre la inquisición de los neototalitarios  pop. Los que esgrimen los dogmas de lo "políticamente correcto" y la  "neolengua" contra la que nos advirtió George Orwell en su novela 1984     . Por ejemplo, repitiendo machaconamente lo de "tolerancia cero"  para darse el gusto de la intolerancia sin nombrarla. 
 Haría bien el gobierno de Andalucía en imitar al de Madrid  declarando a los toros "Bien de Interés Cultural" y haciendo alguna  manifestación como el presidente de Extremadura señalando que es un bien  de interés económico. Porque recordemos, contra tanto advenedizo que  critica la crueldad de las corridas mientras mastica a dos carrillos  carne procedente de mataderos industriales, lo que admirado nos  envidiaba Jean Cocteau, otro que desconocerán: "España no se parece en  nada a lo que me habían contado de ella... resulta que es un país pobre  que es rico y que Francia es un país rico que es pobre. Nosotros no  disponemos de nada de carácter nacional que pueda ser parangonable a las  corridas y el flamenco".  
  
    * Profesor de Filosofía 
fuente: http://www.diariocordoba.com/noticias/noticia.asp?pkid=551948
PD:
No tod@s l@s animalistas  comemos carne, para empezar, y seguro que tampoco preguntó si los 25 asistentes al concierto eran taurinos.
Si usted se considera sensible y le gustan los toros, no nos quiera meter a los demás en el saco de la incultura. Aparte de manifestarnos en contra de las corridas de toros, nos gusta la música clásica, el flamenco, leer,  y entendemos que la pintura de Pollok no la hace un niño.
 Estamos hart@s de que se nos repita lo de " Fiesta Nacional " ¡¡¡ No queremos que se asesinen animales con nuestros impuestos !!! y esa fiesta a mi particularmente y a much@s como yo , no nos representa, así que no debemos pertenecer al mismo país.
En un país donde ustedes dicen que es "arte y cultura" torturar y asesinar a un animal ¿como vamos a educar a nuestr@s jóvenes y niñ@s en el respeto y amor hacia l@s perr@s, gat@s y demás animales?